Fijando un objetivo claro

¿Quién eres como persona? ¿Quién eres como político?

Todo comunica

En política, también

La politica deja huella

¿Que legado quieres dejar cuando te marches?

Y acaba la política

Una nueva oportunidad, ¿la quieres?

Volver a empezar...





Volver a empezar…

He de reconocer que llevo casi 70 días desubicada.... la vida a veces nos hace afrontar situaciones críticas en las que se pone a prueba nuestras convicciones más profundas: la perdida de un ser querido, un trabajo, la enfermedad de un familiar, un viaje de ida sin vuelta, un país desconocido, el status, nuestra imagen…qué se yo.

Situaciones donde la inseguridad es el reflejo de nuestro miedo más inminente ante lo desconocido y un mecanismo de defensa. No descubro nada diciendo que ante una situación de cambio-crisis-dificultad la reacción más habitual suele ser de atacar o huir.
Enfrentándonos para minorizar el peligro o escapando para evitar el dolor.

Algunas filosofías hablan que estas situaciones “complejas” nos ayudan a estar en continuo proceso de crecimiento y que nos llevan a una oportunidad constante de aprendizaje, de cambio, de búsqueda de alternativas, que en la vida no nos hubiéramos planteado sino hubiéramos pasado por dichas experiencias. Y cierto es que las situaciones no podemos modificarlas sin embargo si podemos elegir como vivimos esos cambios.

En estos días he vivido la experiencia de un ser querido, como su mundo profesional ha desaparecido como el humo. Es como ver el anuncio de telefónica, tan aprovechado y directo a nuestros días. Una de las cosas que me llama la atención es la premonición de las cosas que están por llegar. Parece que a veces aparece ese sexto sentido que nos da la llamada de que algo va a suceder. Me recuerda a el libro que tan de moda se puso durante el 2008 “El Secreto” si piensas que algo va a suceder probablemente suceda pues encontraras los motivos, las circunstancias y las formas para que así sea y así es como lo expresas y se lo pides al mundo.

Es como si nos convirtiéramos en torres de transmisión humana, donde dirigimos cada uno de nuestros pensamientos y estos llegan de una forma incomprensible de nuevo a nosotros.

No quiero perder mi trabajo y la consecuencia es que lo pierdes.
No quiero que me vuelvan a partir el alma y la consecuencia es que se te parte.
No quiero y la consecuencia es que quieres…

No quiero transmitir con ello mi más ciego fervor hacia todo lo que habla Rhonda Byrne en su libro, sin embargo si soy una convencida de que todo cambio pasa por nosotros, tanto en obra como en pensamiento.

Y cuando llegan estos cambios, llegan las preguntas en busca de respuestas, pues nos sentimos como elefantes en una cacharrería, donde cada movimiento…hace un ruido estrepitoso. Mi amigo siempre ha ido de fuerte, persona proactiva en muchas áreas de su vida, donde no tenía cabida un ápice de debilidad, sonrisa en boca y siendo un gran comedor de energías negativas de los demás, aquellos a los que yo les llamo, vampiros de energía.

Y ahí se encontró él, preguntándose ¿Porqué y para qué? Y es entonces cuando surgen los miedos, las sensaciones y sentimientos que se encuentran agazapados cuando uno se encuentra solo.

Y es cuando ha decidido parar…
Cuando se ha marchado para siempre…
Para volver a empezar...

Disfrutar de la existencia...



Parar para volver a respirar.

He de reconocer que en los tiempos que corren el tomar la decisión de parar unos días me ha ayudado física y psíquicamente.

Hace ya bastante tiempo hablé de los pequeños detalles “Para cuando viajes lleves algo mío” ….Son esos pequeños detalles que día a día pasan……y no los recordamos. Si te preguntara ¿Cómo olía el café, el pasado 23 de julio? Seguramente ni lo recuerdes, sin embargo cuando a las cosas cotidianas le sumamos emociones, éstas se convierten en diferentes, y sobre todo difíciles de olvidar…

Y estos días asocié hechos y emociones, reconozco que lo he hecho de una forma consciente, he vuelto a lugares donde el sol me hace vibrar, me he refugiado en tierras Africanas, tomado café a las orillas de una playa de Vietnam, disfrutado de una tarde de libertad donde el sonido inconfundible de una Harley hace que gente de todas partes compartan algo más allá de lo material…

He vuelto a esos lugares para volver a volver…y a veces volver, es aprender, es aceptar, es seguir y continuar, tal vez, solo tal vez, también añorar. A veces es difícil disociar un lugar de un sentimiento, me encanta el espíritu que me embauca cuando cruzo la playa de poniente, me recuerda a noches largas, farolillos encendidos…a frío, lluvia, calor….vino…

Prem Rawat es el mejor regalo que me ofreció este lugar que le llamo “África”… aprendo cada día a disfrutar del tiempo que tengo, a entender lo diferente que soy a los demás, lo singular de mi existencia, he aminorado mi marcha, he buscado silencio…en este mundo constante de agitación y cambio…

Y simplemente he disfrutado de esta existencia….

Gracias…


El lenguaje fracasado...



José Antonio Marina en su libro “La inteligencia fracasada” expone:

Fracasos al hablar con nosotros mismos
Fracasos al hablar con los demás

He de reconocer que desde siempre me ha apasionado la comunicación. En su parte más primitiva, no hablo de marketing ni medios, sino del lenguaje entre dos personas.

Desde hace tiempo desarrollo talleres y dinámicas de comunicación, conozco la teoría, perdonarme que lo exponga así, y a lo largo de la vida he ido mejorando, ampliando mi metodología de transmisión.

La experiencia y repetición es la madre de todo hábito, y es curioso vivir circunstancias cuando somos nosotros mismos quienes estamos implicados, cuando somos nosotros mismos quienes ponemos el alma.

Hace tiempo un amigo me dijo “Quien ayuda al coach” jajajja, mi respuesta fue fácil, otro Coach.

El lenguaje es una de las herramientas más importantes de la inteligencia ejecutiva. En estos momentos vivo un pleno proceso de tres personas que no saben comunicarse entre si. Cada una de ellas, tiene y dispone cualidades y habilidades que sin el arrope del otro es imposible que el proyecto que les lleva a estar juntos salga adelante.

Es como tener en una reunión a un chino, un alemán y un sueco, por aquello del idioma. Todos tienen claro cual es el objetivo común, trabajan en una misma dirección, sin embargo como su comunicación es inexistente la lentitud en la recepción del mensaje hace que todo vaya a velocidad de caracol.

El chino y alemán saben comunicarse en ingles, sin embargo cuando esto ocurre como el sueco no se entera entran los miedos, inseguridades correspondientes, claro está sin reconocimiento y amplia ausencia de conciencia.

A su vez el sueco y el alemán hablan perfectamente el español, tienen la capacidad de mejorar crecer y ampliar su conocimiento, mantienen el equilibrio del grupo, a su parecer, trabajan en la mejora continua del equipo y en sus propias individualidades, y esto hace que el alemán que está más rezagado en experiencia empresarial / profesional vaya cogiendo ritmo, situación que el chino esta dispuesto a mantener por un determinado tiempo.

En contra partida tenemos al sueco y chino que son conscientes de la importancia de la incorporación del alemán al equipo de trabajo, se comunican entre si en valenciano, claro está sin el entendimiento del compañero alemán.

Y todo ello, que irónicamente expongo es una realidad. Para que un proyecto salga adelante, será necesario que uno de los tres busque hablar el idioma que los otros dos manejan, o tal vez creen entre ellos mismos un nuevo lenguaje de comunicación.

Como decía Freud “El lenguaje es lo que permite el paso de lo inconsciente a lo consciente”. Por eso cuando hablemos con los demás o con nosotros mismos, si piensas algo emítelo en voz alta.

El lenguaje fracasa cuando siendo un medio de entendimiento, nos lleva a la incomprensión.

Y hasta aqui mi reflexión matutina, hoy espero que tengas un fantástico día…

Cuídate…

Dimelo tu...Perseverancia


Dice un Proverbio Español

“Mañana es el día más ocupado de la semana”

Hemos hablado en otras ocasiones de si tienes que hacer algo, afrontalo y “Hazlo Ya”, y parece ser que cuando no afrontamos las cosas, entramos en una espiral de “creencia” de debilidad, sin embargo, determinadas cosas, no son necesarias hacerlas ahora, ni tampoco aplazarlas, simplemente son, cuando tocan, ni antes ni después. Y la perseverancia para conseguirlas se convierte en una garantía de éxito.

¿Que pasaría si aquello que consideramos necesario, el tiempo de letargo nos diera la razón y nos enseñara que el esperar ha sido todo un acierto?

Es importante hacer una diferenciación de que cosas son necesarias postergar. Y conocer las razones por las que postergamos las cosas puede ayudarnos a tomar decisiones en el momento preciso:

No nos gusta lo que tenemos que hacer, de modo que lo dejamos de lado el mayor tiempo posible. ¿Cómo podemos disfrutar de la vida haciendo cosas que no nos gustan? Buscando alternativas que nos lleven a minimizar el “hastío”…Haz trueque, cambia tareas, negocia lo negociable y lo que sea imposible, hazlo de una manera diferente donde no se convierta en una desidia el tener que hacerlo.

Postergamos cosas porque no sabemos como hacerlas. Esperar que desaparezcan los problemas por arte de magia por el simple hecho de no saber es incrementar en volumen el propio problema. Puede que a veces, solo a veces el modelo de esperar sea beneficioso para la solución, sin embargo en otras circunstancias tendremos que involucradnos en la respuesta, buscar información, investigar sobre el tema en cuestión y así entonces tomar una decisión.

Aparcamos las cosas por falta de tiempo. Es posible que el postergar tareas o responsabilidades simplemente sea por una cuestión de falta de tiempo. Puede que una cuestión te parezca de antemano agobiante y por ello no encuentres en momento donde comenzar. Te invito a buscar herramientas que te acompañen a la mejora de tu organización personal, un ejemplo práctico lo transmite de maravilla Optima Infinito y el sistema GTD.

No saber si realmente queremos hacer lo que dijimos que íbamos a hacer. Cuando no tenemos el objetivo bien definido nos perdemos en un mar de compromisos que no nos llevan a nada y es el propio subconsciente quien nos dirige que estas tareas y compromisos no nos llevan a ningún sitio. Recordemos aquí el post que en su día nos hablaba de los debería.

Retrasamos las cosas porque nos bloqueamos y queremos que nos acompañen para no ir solos. Subir cada escalón, nos lleva a llegar al último piso. Y lo que suele suceder es que cuando terminamos una parte del proceso sabemos continuar con la siguiente y al final creamos la inercia para finalizar nuestro objetivo.

La reflexión se convierte en la herramienta de la postergación. Hay ocasiones es necesario pensar el como, el cuando y el donde. Y entonces es el momento de actuar.

La respuesta dímela TU…

Cuídate...

Desafiando al maestro...desafiándote a ti...



¿El pájaro está vivo?

El joven estaba concluyendo su periodo de preparación, y muy pronto pasaría a enseñar. Como todo buen alumno, necesitaba desafiar a su profesor, y desarrollar su propia manera de pensar.

Así que capturó un pájaro, lo agarró con una mano, y lo llevó hasta él:

-Maestro: ¿este pájaro está vivo o muerto?

Su plan era el siguiente: si el maestro dijera “muerto”, él abriría la mano y el pájaro se echaría a volar. Si la respuesta fuese “vivo”, él lo aplastaría entre los dedos. De esa manera, el maestro siempre estaría equivocado.

-Maestro, ¿el pájaro está vivo o muerto? – insiste.

-Mi querido alumno, esto va a depender de ti – es el comentario del maestro.


En la actualidad las cosas solo van a depender de nosotros mismos. Si lo que realmente buscamos es atraer el éxito, la confianza o como bien ayer dijo un señor en el programa Tengo una pregunta para usted, necesitamos ilusión, lo mejor es relajarnos y dejar que las personas y las situaciones vengan a nosotros. Forzar, presionar, convencer o llegar a ser persuasivos puede funcionar, sin embargo nada de esto llega a ser atractivo para conseguir nuestro objetivo.

Es muy fácil perder una cantidad de tiempo y de energía esforzándonos en encauzar las cosas para que marchen por donde nosotros queremos que vayan, sin embargo, en la actualidad y en los tiempos que vivimos, lo mejor que podemos hacer, es afrontar las cosas de muchas y de diferentes maneras, con un único fin, generar más oportunidades de las obtenidas hasta el momento.

Hacer un análisis para dejar patente la equivocación de otros, es un boomerang redirigido hacia nosotros mismos.

Si tienes la total seguridad de la dirección que deseas tomar, lo mejor es probar muchas posibilidades que te lleven hacia tu objetivo. Siempre se ha dicho que focalizar los esfuerzos se convierte en una garantía de éxito, en ello estoy de acuerdo cuando las circunstancias acompañan, sin embargo cuando los vientos no son tan favorables, decidir qué hacer solo va a depender de nosotros mismos.

Actúa, tira el anzuelo, pues donde menos te lo esperas picará el pez.

Como dice Anais Nin:

La vida se contrae o se expande en proporción directa de nuestro coraje.

Cuídate…

Related Posts with Thumbnails