El precio que pagamos, tal vez sea muy elevado, para una vida que nos lleva a la conciencia permanente.
Ser juicioso en cada momento de las consecuencias de nuestras decisiones, es una forma más de dejar escapar nuestra libertad; disfrutarla de una forma incontrolada, donde lo importante es lo que sentimos y vivimos, unido al momento percibido sin llevarnos más allá del que dirán o de cómo nos verán.
Esa voz interior que en muchas ocasiones nos merma de ser uno mismo; y que nos hace repetirnos las mismas cuestiones y comportarnos igual ante las mismas circunstancias.
Que nos hace, si está educada en un lenguaje negativo a la autocrítica constante, y si está al contrario, en un lenguaje positivo, a rozar los mundos de Yuppy.
Me río de nuestra, de mi voz interior, a veces cuando se comporta como en el video “Yo no entiendo nada, todo lo que siento, lo que pienso, ella ya lo ha pensado, lo ha sentido y lo ha calculado antes, y ¿Quién soy YO?... ¿Quien soy YO?
Y claro cuando nos ponemos delante del espejo como lo hicimos el pasado 9 de noviembre “La verdad o la razón”… yo me digo: ¿Quien soy Yo? ¿Que quiero Yo?
Tal vez ser felíz...de una forma permanente...
Y que hacemos para conseguirlo?
Cuidate…