Llevo desde el martes fuera de casa y hoy a mi regreso he disfrutado de lo que más me gusta de mi ciudad, su luz y su mar, mi mar.Como cada domingo, compro la prensa, me recreo leyendo los diferentes planteamientos de una misma noticia. Y curiosamente el suplemento del “El Mundo”me ha dejado sin palabras, y con muchas reflexiones.
El pasado 6 de febrero tuvimos la oportunidad de leer un post que escribió Pilar Jericó “Obama y los sueldos de los Directivos” El gobierno de Obama impone que el salario de los directivos las empresas intervenidas por el Estado no sea superior a 500.000 dólares. En otras palabras, la Casa Blanca se niega a financiar el fracaso…
Según la ley 74/1980 aprobada por UDC y el PSOE los ministros y presidentes de organismos constitucionales salientes y extendida por el PP a los ex secretarios de estados, estos cargos públicos, tiene derecho a diferencia del resto de funcionarios a percibir más de una paga de la administración pública.
Sírvase de ejemplo al ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo:
Diputado paracaidista por Murcia = 3.647,61€
Alojamiento y manutención en Madrid y exento de tributos en hacienda = 2.127,84€
Indemnización por cese durante dos años del 80% de su salario = 5.410,34€
Es decir, dos nóminas que percibe por el valor de 11.185€ y que sumará un tercero de 1.855€ a partir de este verano, cuando sustituya en la presidencia de la Comisión de Administraciones Publicas al también ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar.
Esta norma que data de 1980 está algo desvirtuada, en tiempos de recesión donde se congelan los salarios de los funcionarios, donde se “adelgazan” los salarios en las empresas privadas, dónde se recortan los presupuestos de las organizaciones, cabe hacer una reflexión.
Y esto pasa con cualquier cargo, sea del partido que sea…
Y yo me pregunto ¿Estaremos haciéndolo como se debe?
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