He aprovechado este video facilitado por Diego Martos para compartir “mis pasos de página” y aquello que durante un pequeño periodo de tiempo, desde el 17 de septiembre, ha sido un cambio en todo lo que me rodea.
He transmitido en otras ocasiones que “Ser dueño de tu propio poder” trata de hecho de apropiarte de tu libertad. En apenas 60 días he cambiado de ciudad, y este ha sido el principal motivo de mi silencio. Desmontar un hogar de veinte años para afrontar nuevos retos personales y profesionales y tomar la decisión en menos de quince días os aseguro que no es tarea fácil, sin embargo la satisfacción de hacerlo compensa largas horas de mudanza, cajas, recuerdos, vivencias, etc.….
Independientemente de los temas más técnicos como es disponer internet con alta velocidad que a día de hoy no lo tengo resuelto, asentar esta “toma de decisión” me ayudo a plantearme varias preguntas.
La primera es ser consciente del “momento de decisión”, ¿cuantas veces a lo largo del día tomamos decisiones que tendrán un efecto determinado en nuestras vidas? Es cierto que algunas de ellas son de menor importancia y su efecto dura un instante, unos segundos, un día o unas horas, mientras que otras decisiones cambian por completo el curso de nuestra vida.
Lo he vivido con clientes, donde una decisión acertada ha sido una catapulta hacia su éxito político o por el contrario un fin en su vida política. Lo hemos visto en estas semanas con varios de ellos en los medios de comunicación. Y todo, por la toma de decisiones.
Es por ello, que la calidad de nuestras decisiones dictamina si tenemos que enfrentarnos con la frustración o por el contrario vivir una vida extraordinaria. La elección nos da el poder para tener éxito o no sentirnos realizados, estar bien o de maravilla o sentir placer o dolor, ser responsables o sentirnos unas victimas.
Mertxe Pasamontes lo cuenta bien en su libro “Tomar conciencia” nivel I, desconecta tu piloto automático, ¿cuantas veces te has dicho ante una decisión? “No importa. Solo una vez más. Empezaré mañana. De todos modos tampoco lo quiero ya.” Y esa vocecita interior te lleva por la vía fácil y ¡¡¡Sin problemas!!! Siendo excusas repetitivas que no te llevan a ninguna parte.
Me he hecho preguntas y te invito a que te las hagas ante una toma de decisiones:
Esta decisión dónde me deja ¿anclado en el pasado o con un futuro interesante?
Esta decisión ¿me satisface a largo plazo o simplemente es una gratificación inmediata?
Esta decisión ¿la tomo por mi mismo o lo hago para complacer a otro?
Esta decisión ¿me sitúa ante lo bueno o voy en busca de lo malo?
Esta decisión ¿me da fuerza o me quita energía?
Con esto ¿creceré y evolucionaré o por el contrario me servirá para hundirme?
Esta decisión ¿me da poder o me lo quita?
Esta decisión ¿es un acto de autoestima o un acto de autosabotaje?
¿Es un acto de fe o un acto de miedo?
Como en una ocasión escuche a Tony Robbins “Las preguntas de calidad crean una vida de calidad”
Por ello decidí seguir trabajando con las personas que tienen una proyección pública, decidí romper con patrones adquiridos, decidí aprovechar la oportunidad que me da una nueva ciudad sin dejar atrás amigos, clientes, compañeros…
He vuelto y gracias a cada uno de los que me habéis escrito, me habéis acompañando, me habéis dado un voto de confianza con el silencio, o habéis compartido una tarde…
Disfrutando del momento...
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