Fijando un objetivo claro

¿Quién eres como persona? ¿Quién eres como político?

Todo comunica

En política, también

La politica deja huella

¿Que legado quieres dejar cuando te marches?

Y acaba la política

Una nueva oportunidad, ¿la quieres?

Toma de decisiones VIII: Con fuerza o sin energía



Descubre como te sientes en los momentos de euforia, de felicidad, de paz, dónde todo se encuentra en armonía, incluso cuando existen y permanecen los avatares de la vida. Es una sensación de Fuerza, de puedo con todo y a eso le llamamos nuestra fuerza vital.

Nuestra fuerza vital es la clave de nuestra supervivencia, sin ella dejamos de existir.

Nuestra fuerza vital es la guardiana de nuestra mente, cuerpo y alma. Cuando nos hacemos esta pregunta conseguimos la ayuda necesaria para saber si la decisión que estamos tomando, refuerza nuestra fuerza vital y propicia que nuestra llama interior siga ardiendo con fuerza, o por el contrario nos la roba y se va apagando lentamente.

Tenemos la capacidad de elegir y cada acción alimenta o apaga nuestra fuerza vital. Cada día nos enfrentamos a múltiples opciones, decidimos que queremos comer, cuanto queremos descansar, cuanto ejercicio queremos hacer y a que ritmo hacemos nuestras actividades cotidianas.

Y cada vez que elegimos potenciamos o disminuimos nuestra fuerza, nuestra energía.

Cuando vivimos en el pasado consumimos energía, revivir mentalmente situaciones, acontecimientos y circunstancias sobre las que no tenemos ningún poder para cambiarlas reduce nuestra capacidad de estar en el aquí y ahora.

Cada vez que pensamos en lo que nuestros padres no fueron capaces de darnos, en el modo en el que nos trato nuestro ex o en la traición de nuestro mejor compañero, nos proyectamos al pasado, a la tierra sin retorno y perdemos energía vital.

Malgastarla es una opción, aferrarnos a nuestros resentimientos o perdonar al que nos ha decepcionado también lo es.

El resentimiento nos roba nuestra fuerza y puede que sea el mayor asesino del espíritu humano de nuestros días.

En nuestras manos está el abandonar el pasado, seguir adelante y reclamar nuestra energía ahora.

Hazte esta pregunta para captar toda la energía en cada momento, rétate a visualizar todas las elecciones disponibles y si éstas te dan o no energía. Busca la fuerza que te ayude a cumplir con tus obligaciones diarias y a perseguir tus sueños.

Y sigue decidiendo…

Eres un camello en el desierto?


Cuentan que había una caravana en el desierto.
Al caer la noche la caravana se detiene.
El muchachito encargado de los camellos se acerca al encargado de guiar la caravana y le dice:

_Tenemos un problema, tenemos 20 camellos y 19 cuerdas, así que ¿cómo lo hacemos?

Él les dice:

_Bueno, los camellos son bastante bobos, en realidad, no son muy lúcidos, así que anda al lado del camello que falta y haz como que lo atas. Él se va a creer que lo estás atando y se va a quedar quieto.

Un poco desconfiado, el chico va y hace como que lo ata y el camello en efecto se queda ahí, paradito, como si estuviera atado.

A la mañana siguiente, cuando se levantan, el cuidador cuenta los camellos, y están los veinte.

Todos los camellos avanzan en fila hacia la ciudad, todos menos uno que queda ahí.

_Jefe, hay un camello que no sigue a la caravana.

_ ¿Es el que ataste ayer porque no tenías la soga?

_Sí, ¿Cómo lo sabe?

_No importa. Anda y haz como que lo desatas, porque si no va a seguir creyendo que está atado, y si él cree que está atado, no empezará a caminar.


¿Cuantos años llevas vividos?

¿Cuál es tu soga?

¿Y tu escusa preferida?



Fuente: "El camino de las lágrimas" J. Bucay.

Toma de decisiones VII: Lo bueno o lo malo



Cuando uno pone delante de su conciencia la pregunta ¿Voy en busca de lo bueno o voy en busca de lo malo? Adquiere el poder de transformar un momento de desesperación en uno de gozo, sin necesidad de hacer saltos de alegría……es un enfoque, un prisma por el que decidimos ir, no es un autoengaño, es el “cristal” por dónde miramos nuestra vida.

Llegar a adquirir el hábito de ser capaces de ver lo bueno de cada situación y de cada una de las personas que nos rozan a lo largo de la vida, sin rozar un mundo irreal, se convierte en todo un reto personal pues aprender a mirar de forma natural al mundo buscando lo bueno no es algo habitual para la mayoría de las personas.

De hecho muchos de nosotros estamos entrenados para descubrir los “pero” de cada situación. Sin embargo, cuando elegimos ver lo bueno, se nos presenta una nueva realidad.

Las personas que tienen éxito en la vida buscan lo bueno. Cuando buscamos lo bueno, inspiramos a las personas que nos rodean, hijos, familia, compañeros de trabajo e incluso a la comunidad.

¿Conoces a alguien que te transmita negatividad y desasosiego y quieras mantener diariamente tu relación con ella? (Sin contar a los más allegados en una situación concreta) Aprende a decir NO

Buscar lo bueno de la vida es un arte que requiere práctica y no olvidemos de que tiene su recompensa, cuando buscamos lo bueno, nos sentimos bien, fuertes y merecedores de las cosas que nos suceden. Por el contrario si nos focalizamos en lo malo terminamos sintiéndonos mal, resignados y decepcionados.

Es fácil buscar lo que está mal, de hecho es muy habitual para muchas personas esta forma de visualizar el mundo. Al final nos convertimos en expertos de describir con todo detalle lo que no funciona en nuestro trabajo, con nuestra pareja, con nuestros compañeros, nuestros hijos, con nuestro cuerpo, nuestro gobierno o nuestras cuentas bancarias.

Cuando estamos buscando lo malo, elegimos la “lente” más estrecha posible, y divisamos las áreas donde no se cumplen nuestras expectativas.

No te olvides que es muy fácil ver defectos y a menudo te conviertes en juez y parte de lo que hacen los demás y te olvidas de responsabilizarte de la realidad que ves.

Culpar a los demás es la oportunidad para tener la excusa perfecta de tu estado de ánimo y tu mala conducta.

Algunas personas, después de haber encontrado lo bueno, buscan todavía más y dan con lo malo.

Esta puede que sea la pregunta más importante para poder estar comprometido en una forma de vida sencilla y feliz. ¿Qué pasaría si cambiaras la lente por la cual vas mirando tu vida?

¿Se puede planificar una vida?



Esta pregunta sale de la reflexión de una persona que tiene la cualidad de ser un buen estratega, de conocer de una forma explicita y amplia como hacer un buen desarrollo de un plan estratégico y de gobierno en un Ayuntamiento, conoce cada uno de los pasos que podríamos encontrar en un Master Empresarial, tiene la capacidad de ser flexible y anticiparse ante circunstancias adversas y siempre tiene un plan B para poder conseguir el objetivo marcado.

Y entonces surge de una forma inesperada la pregunta

¿Se puede planificar una vida?

Hoy podría escribir un post en la línea que va esta bitácora, sin embargo la vida es mucho más que mis pensamientos y mi experiencia o mi visión, es cada una de tus respuestas y por ello si tu quieres este post irá escrito por ti...

Por ello, hoy quiero hacerlo diferente....Si piensas, tienes una idea, una reflexión o una respuesta para esta pregunta....déjala, compártela lo iré añadiendo al propio post.... ¿se puede escribir un post con las palabras de todos?

Cuento contigo....

Comenzamos nuestro post...sigue la pista...Gracias

Nos somos victimas de nuestro destino sin embargo tampoco dueños del mismo y planificar la vida en el sentido más estricto de la palabra se hace prácticamente imposible, pues vivimos parte de ella interaccionando con otras personas y cuando surgen factores externos no podemos controlar este universo impredecible, pero si podemos marcarnos objetivos claros, concretos, que nos marquen el paso para tomar las decisiones adecuadas, y poder vivirla y disfrutarla sin que un exceso de planificación nos lleve a la perdida del camino a seguir, teniendo en cuenta que el sentido del viaje es aprender de él, mucho más que llegar a la meta.

Por ello puede convertirse esto de planificar en un aditivo para poder decir mucho y no significar nada, y aunque no solo podamos es que debemos, pues si no sabemos a dónde vamos acabaremos donde no queremos ir y cuando hagamos zoom en nuestra vida lo más probable es que la realidad nos haya desviado de lo planificado, sin caminar por esas líneas maestras que pensamos un día, donde marcamos unos objetivos vitales para dar sentido a la vida y no dejar paso a un terreno abonado al crecimiento de la frustración.

Y aunque exista en todos los ámbitos, y aunque lo hagamos con el conocimiento de que nuestras vidas cambian, para bien o para mal, tendremos que ser conscientes que determinados aspectos no los podremos controlar; y por ello debemos de saber vivir con ello de una forma honesta, pues la vida no deja de ser una sorpresa constante que debemos saber apreciar.

Y puede ocurrir que aunque planifiquemos lo más probable es que no se cumpla en el sentido más literal, pues entonces ¿dónde queda la esencia de vivir la vida? si tenemos más o menos claro nuestro futuro ¿dónde queda el punto motivador de lo no planificado?

Y así lo reflejan las palabras de Antonio Machado:

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar...

Para aprender, para avanzar, para ampliar….sigamos teniendo una visión más angular…

Soy Alcalde....¿Y ahora qué?



Ser Alcalde en España no es una profesión, es un servicio a la sociedad por un espacio de tiempo, dónde los ediles necesitan una in-formación y conocimiento necesario para desempeñar sus cargos y ejercer sus funciones, con la confianza y seguridad que da el conocer la materia en que se desenvuelven.

Después de las últimas elecciones muchas entidades (Diputación, Partidos, etc.) siendo conscientes de la situación real de los ediles en nuestra geografía, dónde solo un 17% cuenta con estudios superiores mientras que el 26% sólo cuenta con estudios de ESO como aval académico, crearon planes formativos para el conocimiento de los diferentes órganos de la Administración Local, así como de las competencias que tienen nuestros Ayuntamientos, en qué consiste el presupuesto municipal o cual es el procedimiento para conceder una licencia.

Y así uno tras otro, los planes formativos para estos ediles van asentados en la pura necesidad administrativa olvidándose de una de las cuestiones más relevantes, sus competencias para el desarrollo de su nuevo cargo.

¿Se imaginan a un profesional que no tenga ni idea de en que consiste su trabajo? ¿Que de un día para otro se sienten en un despacho o se incorporen en una estructura empresarial a verlas venir?

Imaginemos a un cirujano que no sepa realizar una sutura, a un albañil que no sepa poner un suelo (y no me refiero a los contratados bajo manga y mano barata), a un maestro que no sepa el contenido de sus clases, a un informático que no sepa el lenguaje htlm, o un camionero que no sepa cuando utilizar el freno de mano.

Lo hemos compartido en otras ocasiones hay que saber, querer y poder y si falta una de estas premisas la consecución de lo que buscamos se queda en el camino.

El problema se nos plantea cuando se suman dos carencias a la misma vez, desconocimiento administrativo y habilidades para afrontar dicha carencia. ¿Como puede uno convencer a su gobierno de un hecho ya realizado y ejecutado “erróneamente” y anteponer una responsabilidad cuando los demás actúan de forma incorrecta y que no se interprete como una traba hacia el interés del municipio?

Es evidente que la base administrativa es necesaria y es imprescindible que la base personal esté bien desarrollada y asentada en valores, competencias y habilidades, también.

Por ello tener la capacidad de reconocer los peligros y aprovechar las oportunidades que repercuten en la competitividad y efectividad del municipio, así como utilizar los recursos materiales y económicos del modo más idóneo, rápido y eficaz para obtener los resultados deseados, junto a saber mantener y utilizar una amplia red de relaciones personales con personas clave dentro de su gobierno, partido y municipio, pasa por alcanzar acuerdos satisfactorios para las partes implicadas, descubriendo o creando elementos que produzcan valor añadido a la relación entre las distintas áreas de influencia, y estas son solo algunas de las competencias estratégicas que un Alcalde necesita.

Unido a competencias interpersonales dónde saber diagnosticar, afrontar y resolver conflictos interpersonales con prontitud y profundidad, sin dañar la relación personal, fomentando un ambiente de colaboración, comunicación y confianza entre los miembros de su equipo de gobierno y logrando el compromiso de sus compañeros, inspirando confianza, dando sentido al trabajo que implementan e impulsándoles a conseguir los objetivos marcados en su legislatura, se convierte en una carrera de fondo.

Valorando la capacidad para mantener el equilibrio personal ante situaciones de especial tensión, así como saber priorizar los objetivos, programando las actividades de manera adecuada y ejecutándolas en el plazo previsto, pasa por establecer metas elevadas para si mismo y los demás dónde demostrar un comportamiento emprendedor, iniciando e impulsando los cambios necesarios con la energía y responsabilidad personal, ayuda a desarrollar la capacidad de tomar decisiones de modo adecuado y en el momento oportuno y estas reflejan explícitamente sus competencias personales.

El desarrollo de sus competencias se convierte en una herramienta útil para los Alcaldes y concejales, sin necesidad de disponer conocimientos profundos y que puedan resolver sus dudas y encontrar una orientación para desempeñar mejor su responsabilidad de gobernar sus municipios.

*_Toma de decisiones
*_Gestión del estrés
*_Iniciativa
*_Ambición
*_Gestión de conflictos
*_Trabajo en equipo
*_Carisma
*_Negociación
*_Networking
*_Gestión de recursos o
*_Visión de su Alcaldía entre otros...

Al igual que en otros entornos profesionales se busca la excelencia y nuestro sistema democrático no exige ninguna formación ni experiencia queda en la reflexión de cada individuo, de cada Alcalde, de cada persona, el aportar y desarrollar lo mejor de uno.

Hoy ha sido diferente…..gracias.

Toma de decisiones VI: ¿Me hundo o evoluciono?


¿Esta decisión me ayuda para crecer o me servirá para hundirme?

¿Qué tipo de persona eres…? La activa o re-activa.
La que se posiciona en qué malo es lo que he vivido o por el contrario le saca partido a la experiencia.

Cuando aprendes a transmutar lo negativo en positivo estás más cerca de conseguir tus metas. Tener esta habilidad es vitalmente importante y si la pones en práctica puedes transformar el sufrimiento en paz y el caos en triunfo. Parece que me refiera al mundo de Yupi…y no, no es así, simplemente es otra forma de desarrollar nuestro pensamiento.

Seguro que has vivido situaciones difíciles, has pasado tragedias y otros contratiempos que te han hecho difícil reconocer lo bueno de las cosas. Esos acontecimientos son inevitables, forman parte de la experiencia humana.

Aunque no es posible evitar estas situaciones si lo es el transformar tus heridas emocionales con sabiduría y utilizar todo lo que te sucede como catalizador que te aportará un mayor entendimiento.

Puedes elegir como interpretas cada una de las cosas que te suceden y esta pregunta te ayudara a entender que no siempre las cosas son culpa tuya.

Cuando tienes un incidente o te sucede algo que te causa sufrimiento, tristeza, sentimiento de perdida o remordimiento no ocultes ni reniegues de esos sentimientos. Permítete sentir esas emociones, reconocer tus heridas y luego toma la decisión de utilizar esa experiencia para mejorar tu vida.

En otras palabras, usa tu vida a tu favor y no en tu contra.

Si te formulas esta pregunta correctamente cambiaras inmediatamente tu actitud de duda respecto a ti mismo e incluso de recriminación, por la de tener una mente más abierta dispuesta a aprender.

Es fácil quedarte estancado en el drama de tus circunstancias actuales, y en lugar de utilizar el hecho para crecer, utilizarlo para castigarte.

Y lo cierto es que no necesitas a nadie que te castigue pues tu mismo te bastas para hacerlo.

Lo haces de muchas formas, privándote de lo que realmente quieres, actuando de forma perjudicial para ti, como por ejemplo trabajar o comer demasiado.

Te haces daño al comportarte de modo que luego te sentirás avergonzado y lo haces cada vez que no eres capaz de reconocer tus triunfos.

Lo haces cada vez que revives una y otra vez la misma historia, analizando porque no lo supiste hacer mejor o por el contrario por lo que tendrías que haber hecho.

Lo haces cada vez que desperdicias tu energía en querer adivinar como podías haber evitado esa situación.

No importa el que, siempre que utilizas lo que te pasa para ir en contra tuya.

Hazte esta pregunta especialmente cuando sufras. Si sufres es porque estás utilizando algo de tu pasado o de tu presente para castigarte.

Si quieres dejar de sufrir, cambia tu visión y hazte esta pregunta ¿Cómo puedo utilizar lo que estoy experimentando ahora para crecer y evolucionar? Utiliza todo a tu favor, así llegaras a un mayor entendimiento, claridad y propósito.

Sé paciente como estos dos personajes que te dejo a continuación…y ríete de ti mismo.



Gracias por compartir...

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