Fijando un objetivo claro

¿Quién eres como persona? ¿Quién eres como político?

Todo comunica

En política, también

La politica deja huella

¿Que legado quieres dejar cuando te marches?

Y acaba la política

Una nueva oportunidad, ¿la quieres?

Pasando el testigo aprendido...

Un 29 de Noviembre del año 2008 esbocé una sonrisa gracias a Francisco Alcaide y su frase de Pablo Picasso:

Quien guarda un elogio, se queda con algo ajeno

Y como bien dice en su bitácora FAH, “Contribuir a que los demás crezcan, es crecer uno mismo”

Hoy quiero hacer referencia a Nuria Aymerich - LEADERSHIP INSTITUTE, la descubrí en la red, cuando me inicié en este mundo “bloguero”, sin embargo la he ido conociendo poco a poco, gracias a cada uno de sus post y sus experiencias contadas en el desierto.

Hoy quisiera presentaros la serie de post sobre Liderazgo Político que ha ido desarrollando durante el periodo estival.

Desconozco el motivo por el cual y durante veinte post, dónde habla y hace referencia a que reflexionemos sobre si es necesario un cambio de paradigma en la forma de hacer política, a los medios de comunicación, a las organizaciones y al cambio, al desarrollo del líder político, a valores y creencias de los políticos, en los partidos, donde habla sobre la conexión de un político con la ciudadanía, el equilibrio emocional, el éxito, el poder, el ego o la humildad, la vocación, visión y autenticidad en un Político….Solo exista un comentario valorando el desarrollo del trabajo realizado.

Me ha parecido interesantes sus reflexiones, me ha gustado su planteamiento y he seguido aprendiendo…por ello he querido compartirlo con vosotros.

Creo, como indica Francisco, en la cooperación, la colaboración y la generosidad, pues dan mejores frutos tanto de manera intangible como tangible.

Siempre llegan detrás Nuevas generaciones.....




Espero que os guste…el vídeo y Nuria

El resultado de un proceso de Coaching



Una historia real...

En mis procesos de Coaching, finalizada una etapa, suelo solicitar a mis clientes que me cuenten en su Diario de Emociones como han vivido su evolución.

Lo que leerás a continuación es la respuesta que me llegó...no he cambiado ni una coma, es tan clarificador que sobran las palabras.

El sabor de boca que tengo en este momento, es el de haber elaborado un buen vino, un pedazo de reserva.

Las diferentes fases vividas en esta nuestra primera etapa se asemejan a las de la elaboración de un buen caldo.

* Recolección
He ido recogiendo mis vivencias, al principio abundaban las amargas, con el tiempo se fueron tornando más agradables. Comencé a ser consciente de lo que me estaba ocurriendo, del sendero equivocado por el que andaba. Me di cuenta que necesitaba sol, abono y tiempo, mucho tiempo.

* Estrujado
He exprimido todo lo acontecido, todos mis sentimientos de abatimiento, baja autoestima, falta de liderazgo, desmotivación, tristeza, miedos, ataques de ansiedad, sensación de pérdida, sesiones de coach, auto-análisis.

* Fermentación- Maduración
He ido procesando todo lo obtenido durante la recolección y el estrujado...lo he ido analizando y día a día me he ido desprendiendo de los hollejos, de lo inservible y doloroso. He ido transformando lo negativo en positivo, la tristeza en alegría, los obstáculos desestabilizantes en aparentes obstáculos que me han llevado al enriquecimiento personal y laboral...empecé a ser la Persona que quiero, cada día más segura de mí, vital, alegre, positiva, con ganas de comerme el mundo.
En el proceso de elaboración del vino, está es la fase más importante, la que le da sabor dulzón y delicado, la que determina si un vino es ó no de calidad. Y mi vino empieza a ser de muy calidad.

* Filtrado
He desechado, dejado en el camino muchos aspectos de mi vida laboral y personal que me impedían avanzar. He obtenido una buena mezcla de caldos y me ido oxigenando, lo que ha favorecido mi evolución.

* Prensado
He prensado las partes sólidas, mis obstáculos, mis miedos y los he decantado separando el buen vino del orujo, caldo muy rico y muy fuerte pero que deja resaca. Prefiero tener un día a día más relajado y en el que me sienta plena, feliz a moverme por impulsos, dejarme mover como si mi vida fuera una borrachera continua en la que no soy dueña de ella.

* La crianza
Al igual que el vino, he conseguido desarrollar cualidades gustativas por la vida, liquidez (a las cosas hay que darle su justa importancia, ni más ni menos) y estabilidad. Ayer me comentaste que mi vida es como una noria de emociones, sentimientos y experiencias. Pienso que tienes razón, y seguramente esto es así porque yo soy el motor de la noria, me muevo, cambio de sentido (me retracto), me acelero. Hasta hace unos meses me movía por las actitudes de terceras personas, mis sentimientos, las emociones a flor de piel, debilidades, falta de confianza...pero ahora el ritmo de la noria, lo voy imponiendo yo, comienzo a tener el control de esta noria.

Mi vida siempre fue como la caída por un tobogán, rápida, llena de riesgos...pero que al final, te sube la adrenalina y te quedas con una sensación indescriptible, pero de puta madre, y esto no creo que lo pueda cambiar, porque yo soy así y quizás estoy donde estoy por ser así...pero lo que sí hago ahora es tirarme con salvavidas y rezar antes.

Para culminar esta fase de crianza, la madera cede al vino sus aromas, sus taninos, lo mejora y evita su decadencia. Yo me nutro de mi entorno, las plantas, el sol, los pájaros, las puestas de sol, las sonrisas de los que me rodean, mis compañeros de partido y de trabajo, mi familia, las puertas abiertas que me brinda la vida, la esperanza...

* Embotellado
En esta fase es imprescindible evitar los picados y la alteración del vino (las caídas, los retrocesos). Para eso hay que utilizar materiales de buena calidad, lo que bueno que tiene la vida, los aprendizajes adquiridos, la esperanza, las ganas de enderezar nuestro camino.

Durante esta fase el vino se redondea, se afina, toma cuerpo, forma. Al igual que yo voy tomando la forma de un líder, de una persona capaz de superar obstáculos, de analizar con detenimiento las situaciones, de reconducir mi vida.

Durante estas fases, hay muchas posibilidades de alteraciones en el vino, de obtener de una buena uva, un vino de mala calidad. Pero el buen vinicultor, aprende de sus errores y los minimiza con el paso del tiempo pues aprende a descartar la mala uva, los malos barriles, los malos corchos. Lo mismo me está ocurriendo a mí, empiezo a distinguir lo que me conviene de lo que no me conviene. Algunas veces me equivoco en mis decisiones pues considero que algo es bueno cuando no lo es tanto y he errado al dejar aparcadas: mi Yo, las cosas buenas de la vida, a todos los niveles.

Un buen vino, mejora con el paso del tiempo, y yo estoy mejorando y fortaleciéndome día a día.

Así es como vislumbro mi evolución. Estoy orgullosa con el caldo final. Y aún me quedan otros muchos caldos por elaborar.


Este es un regalo para los escépticos, los desconocidos, los buscadores, los inconformistas, los que buscan respuestas......

Sentimientos....de un viaje


No se si conocen Los Lencois Maranhenses…es un lugar especial, un lugar para visitar en alguna de esas oportunidades que te da la vida.

Yo he estado allí…conozco bien las sensaciones……su hermosura, su riqueza…sus contrastes, el resultado es sencillamente espectacular.

Puedes mirar a tu derecha un desierto maravilloso que te deja sin palabras, un desierto inundado de lagunas que provienen del deshielo y a tu izquierda la fuerza de la selva, la bravura de la naturaleza… y eso lo he vivido yo.

Como mi ausencia…

Me marché un 10 de Marzo sin saber que no iba a volver hasta 180 días después. Aquella noche se presentó ante mí la inspiración para decir adiós…y no hice nada por retenerla.

Al cabo de los días comenzó una peregrinación inesperada de antiguos compañeros de fatiga.

Sin esperarlo toco al timbre de mi alma el cansancio vital….acompañado de la desgana. No vinieron solos, sus hijos menores de edad Fastidio, Impaciencia y Agobio entraron por la puerta junto a sus abuelos Superioridad y Preocupación, se sentaron en mi sofá y se instalaron en mi casa sin preguntar; vinieron para pasar unos días y se quedaron ciento ochenta.

Esos primeros cien días han supuesto jugar al escondite en mi propio hogar. Llamé a Melancolía, a su amiga Pena y su prima Tristeza, me presentaron a Confianza, a Respeto y Compresión (Hoy sé que no me equivoqué al escoger en el listín telefónico).

Tras largas conversaciones y mejores silencios conocí a Aceptación, me dijo:

“No pasa nada, si hoy no estás en la red (Twitter, Faceboock, Blog o Web) siempre podrás volver. Posiblemente llegues débil, tal vez cuando vuelvas esté ocupada tu silla por Olvido, sin embargo siempre puedes pagarle unas vacaciones en algún rincón del mundo. Cabe también que Ofendido, Desilusión y Soledad, salgan a la pista de baile y cojan de pareja a Fidelidad, Amistad y Deseo, y sean estos últimos quienes marquen el paso siguiente”

Pasaron cien y comenzó ciento uno…para llegar a ciento ochenta…
Abrí la puerta de mi alma y ahí estaba Placer, nos fuimos de viaje con Tranquilidad, Autonomía, Temple, Ilusión y Gratitud.

Lo viví como en mi viaje a Lencois…..llegue al desierto, lo disfruté, observé un eclipse de Luna…dicen que pasa cada cientos de años...como mis ciento ochenta días.

Busqué refugio en la Resolución y dormí en la Selva… fue entonces cuando me cruce con Euforia junto al Nerviosismo e Incertidumbre y me perdí…me volví a perder…

La selva es lo que tiene, a veces las ramas no te dejan ver más allá que el día a día, los compromisos, la satisfacción de un buen trabajo, y el disfrute de hacer aquello que más te gusta a costa de aquello que te da Refugio, Paciencia, Complicidad, Conocimiento, Asombro, Admiración, por cada uno de los que me encontré en la Red.

Y recordé a Aceptación

Y pensé,

Solo depende de mí

He vuelto…cuando muchos se van
Para volver a volver

Gracias

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