Hoy me desperté con la siguiente reflexión:
Si no sabes lo que quieres, No sabes dónde vas
Si no sabes dónde vas, prepárate para la adversidad.
Solo puede quedar uno.
Estamos inmensos en las vacaciones y a 90 días de las elecciones generales: tiempo suficiente en una empresa privada para que te hayan etiquetado y valorado, por lo tanto, tiempo suficiente para “re-etiquetar” a nuestros candidatos a la presidencia del gobierno.
Cuando a uno le recuerdan como el portavoz que negó los GAL y miembro de un equipo de gobierno, antes corrupto (González) y ahora en plena crisis (ZP) se hace cuesta arriba para el electorado utilizar una nueva etiqueta, aunque seas un grandísimo estratega y puedas demostrar que estás hecho para liderar.
Al igual modo que cuando uno siempre está a remolque y sin iniciativa, sin transmitir naturalidad y con falta de reflejos, pareciendo no ser natural ni espontaneo, puede a su vez simbolizar un cambio creíble, gracias a su gran autoestima, su serenidad e ironía, que bien utilizada es un punto a su favor.
Cuando a uno no se le cree por su histórico y no tiene un proyecto político a largo plazo y el tiempo corre en su contra, puede volver a los principios y valores de su partido, aquellos que se han perdido en las últimas legislaturas y demostrar que sí se puede retomar el rumbo.
Al igual modo que si lo que has hecho, has sido y has transmitido durante este tiempo atrás, no te ha funcionado, y lo mantienes hoy, ahora y siempre, lo más probable y algo tan obvio es que el futuro no cambie, por lo tanto sé el líder que un país como España necesita y fomenta aquello que si eres, un buen gestor.
Cuando a uno se le asocia con el mayor obstáculo para el cambio de un país, como es la identidad de su partido y ha formado parte de un gobierno débil y sin rumbo, es difícil, muy difícil vender algo que uno no ha sido. (Ej. Si sabemos que hay que hacer, haberlo hecho antes¡¡¡ incoherencias de mensajes), aunque de los errores se aprende y seas la única opción de la izquierda teniendo el control de tu partido.
Al igual modo que tiene una “imagen” poco coherente y su posición es de justificación continua, puede a través de su oratoria cuidada, estudiada y razonada desterrar su imagen de conformista paciente y recuperar el optimismo de los españoles por sus dirigentes.
Cuando a uno se le ve taimado, habiendo perdido la mayoría de sus “señoríos” y no teniendo mucha influencia en Europa, puede tirar de su experiencia política contrastada, junto a su poder de convocatoria y dominio abrumador del contexto mediático, para lanzar sus mensajes, con el carisma y la tranquilidad que aporta dar respuestas en tiempo real.
Al igual modo que aun siendo la última oportunidad que le queda para ser Presidente del Gobierno y esperando que amaine el temporal, suena convincente cuando combina la emoción con argumentos, y puede potenciarlo mucho más aportando respuestas a las preguntas que se hace el electorado y que bien sabe dominar en otras áreas de debate.
La clave está en "enamorar al electorado" y eso solo se consigue siendo uno mismo, quitando miedo, creencias, prejuicios... y como dice un fragmento de la película Posdata: Te amo
..... No va a funcionar, es como si me pusiera unos zapatos con los que no me siento cómoda. Lo siento...
- ¿Y qué te parece andar descalza durante un rato?
Y que te parece futuro Presidente....andar descalzo durante un rato?
Post basado en el Dafo publicado por Marketing Político en la Red
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